-Acaba de inaugurar la sala de internación de Salud Mental del Hospital.
-Había sido un área abandonada, es mucho más difícil a veces recomenzar una obra que hacerla desde cero, así que hicimos una obra de readecuación del servicio de internación de Salud Mental, al lado de un servicio de consultorios externos, que están muy buenos, muy lindos. Hoy tenemos un servicio de Salud Mental que es uno de los más lindos de los hospitales generales.
Creemos que en los hospitales generales de agudos tiene que haber guardias de 24 horas, con psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, que tengan salas de internación para las cuestiones agudas, consultorios externos y trabajo en articulación con los territorios. Acabamos de inaugurar un centro de salud mental comunitario en Chacabuco, porque el seguimiento y el acompañamiento tiene que hacerse cerca de donde viven los pacientes, con el primer nivel de atención y el trabajo comunitario (ver página 4).
-Hoy la salud pública -y lo público en general- parece estar cuestionada por un sector de la política y de la sociedad.
-En la Argentina hay dos cosas que son orgullo muy grande: el sistema educativo y el sistema de salud. No hay países latinoamericanos que tengan el servicio de salud de la Argentina, y casi no hay países del mundo con el sistema universitario que tiene nuestro país. Cualquiera que vive en la Argentina sabe que tiene derecho al acceso a la salud. Hay un derecho a la salud muy potente, que en la pandemia quedó muy claro, la Argentina tuvo el mejor desempeño de América Latina, garantizando atención con equidad. Cuando vienen a plantear un voucher o un seguro, en realidad el planteo de Milei y de Bullrich es el mismo, esconde un ajuste en la salud. Si en vez de tener un presupuesto para financiar el Hospital de Junín, se reemplaza eso por un voucher para la población, lo que va a suceder es que el hospital se va a cerrar o va a perder la posibilidad de hacer cosas de alto costo o de alta complejidad.
Por supuesto que hay que seguir invirtiendo para mejorarlo, pero lo que va a terminar haciendo este sistema es ajustar y que haya menos derecho a la salud.
-El hospital público es clave y tiene muy buenos profesionales.
-Sí, porque tenemos una tradición muy importante y el mejor sistema de residencias del país, que es el de la provincia de Buenos Aires, el más grande, que además ahora ha mejorado muchísimo las condiciones salariales y laborales. Y aumenta la cantidad de residentes que ingresan a nuestro sistema cada año. Hay casi 2500 médicos que terminaron las residencias durante estos años y se incorporaron a las plantas de los hospitales, con lo cual también es todo un rejuvenecimiento del staff. Y son los más preparados, porque la complejidad que hay en el Hospital de Junín uno no la puede encontrar en el sector privado, con la diversidad de profesionales, de conocimiento, de trayectoria, y de tiempo, porque eso también es importante. Financiamos también que haya un tiempo para estudiar, para aprender, para discutir sobre los pacientes.
-Se suele hablar de una “fuga” de médicos a países del exterior, donde hay mejores salarios, como en Europa, o incluso Chile.
-Hay algunos países del mundo, en Europa especialmente, donde los médicos ganan más, pero también es cierto que en Chile no se puede estudiar medicina, que en casi ningún lugar del mundo existen las carreras de medicina universales como en la Argentina, donde yo, que soy médico clínico, no pagué por estudiar, hice la residencia en el sector público -tampoco en los países de la región suele haber residencias-, el sistema argentino ofrece muchísimas cosas. Cuando asumimos en la Provincia, en la gestión anterior se le había bajado mucho el sueldo a los trabajadores, cerca de 29 puntos de pérdida del salario, y con el gobernador Axel Kicillof se recuperó ese salario en más de 25 puntos con respecto a la inflación. Entonces, las condiciones salariales, hoy, son mejores que hace cuatro años en la Provincia. Si falta, bueno, uno siempre cree que los trabajadores tienen que ganar más. Pienso que la salud no es tantos medicamentos, vacunas, resonadores, son personas; lo importante son los trabajadores. Hay que discutir mucho cómo se orienta el gasto en salud, porque necesitamos gastar menos en medicamentos y tecnología, y más en profesionales.
Siempre se fueron muchos médicos argentinos a otros países del mundo, porque la Argentina tiene un muy buen nivel de formación, porque es universal y gratuita. También hay mucha gente de otros países que viene a estudiar a nuestro país, es algo muy bueno, porque es gente joven y sana que trae divisas, exportamos cultura y conocimiento argentino.
No hay una fuga en este momento, no es algo que esté pasando más que antes. Es histórico que el sistema odontológico de España se hizo con odontólogos argentinos, por ejemplo, esta es la historia de un país que ha garantizado el derecho a la educación universitaria, como en casi ningún lugar del mundo y que es un capital que hay que defender y cuidar en la Argentina.
-¿Qué opina de las propuestas de Milei y Bullrich?
-Las ofertas de Milei y Bullrich, más que propuestas son amenazas, hablan de un gran ajuste, de echar trabajadores, esto de la dolarización -que seguramente no lo va a poder hacer-, lleva detrás una enorme devaluación, o sea que lo que uno gana hoy, va a ser muchísimo menos, que te puedan echar del trabajo, que te cierren universidades, reducir la salud. Todas las cosas que uno dice me faltan, podemos vivir mucho mejor, hay malas condiciones económicas, tenemos que mejorarlas, sin duda, pero al menos sé que el hospital está, que está la escuela, que hay programas como Conectar Igualdad bonaerense, que te garantizan mayor equidad.
Por supuesto que tenemos que bajar la inflación, tener más estabilidad y previsibilidad, ahí hay un condicionante enorme que es el crédito con el FMI, que nos expone a estar todo el tiempo con un déficit de reservas económicas, que está todo el tiempo poniéndonos en condiciones de que seamos más inflacionarios. Creo que Massa tuvo un trabajo muy sólido en estabilizar, está trabajando muy seriamente, tardó tanto tiempo en acordar con el FMI porque lo negoció; un acuerdo donde uno entrega toda la soberanía lo resuelve en cinco minutos, el tema es defender el interés de la Argentina.
-En el último tiempo hubo un corrimiento de un sector de la sociedad y la palabra “derechos” parece despertar menos interés que la palabra “libertad”.
-Me parece que hay un uso inadecuado del lenguaje. La libertad, por supuesto, estamos todos de acuerdo, pero la libertad de qué, porque si uno no tiene los recursos económicos no puede elegir nada. Por ejemplo, en Junín, uno quiere la libertad de, con su dinero, tener un sanatorio que se parezca a Los Arcos, no está, no existe, lo mejor que hay acá, en capacidad de respuesta, es el hospital provincial. Lo que nos falta hay que construirlo, pero estoy seguro que, hoy, estamos mucho mejor que hace cuatro años y queremos estar dentro de cuatro años mucho mejor que hoy.