En diálogo con Democracia, el secretario general de ATSA Filial Junín, Héctor Azil, al ser consultado sobre la situación del sector que representa dijo: “No estamos exentos de la realidad del país, pero con una situación agravada como es la desatención enorme que existe hacia la salud por parte del gobierno nacional”.
“Hace un par de días le conocimos la cara y la voz al ministro de Salud de Nación. En una epidemia de dengue, él no aparecía y el gobierno no tiene reacción: no vacunan, no combaten al mosquito, ni siquiera facilitan que haya repelentes. Recomiendan usar mangas largas y no pantalones cortos. Estamos en una salud primaria, realmente”, dijo.
“Es una paradoja, la OMS pone un slogan al año y este año es “Mi salud, mi derecho” y en Argentina no hay ningún derecho a la salud, al contrario dejan libre al mercado para que regule el sistema sanitario, y por eso desregularon el precio de las prepagas, para que cobren lo que quieran, lo que les parezca. Dejó de dar cualquier tipo de beneficios que tenían las empresas de salud, que habían salido bastante afectadas desde la crisis de la pandemia y entonces el gobierno les seguía dando apoyos económicos. Los dejó desregulado al mercado y obviamente eso trae perjuicios porque ya era un sistema que venía con problemas”, explicó.
Respecto a lo laboral, Azil apuntó que se sostenían las fuentes laborales por ahora. “Al ser servicio todos los establecimientos están funcionando con el personal necesario, no les sobra nada, con lo cual no se vislumbra que haya achicamiento por ese lado. Pero si la crisis económica no se revierte, ya se pone en peligro la continuidad de las empresas y eso es mucho más grave que bajas puntuales, son problemas de cierre ya. Esperemos que haya una corrección en ese sentido y que se empiece a dar a la salud la importancia que tiene tanto la pública como la privada. Toda la salud es pública, puede tener un prestador estatal o privado. El derecho a la salud es de todos y el estado no se puede desentender de ese derecho”, afirmó.
Consultado si faltaban insumos o si había inconvenientes en la atención a determinadas enfermedades, Héctor Azil mencionó que a pacientes en programas de cronicidad por determinadas enfermedades que estaban atravesando, les faltaban no solamente las tiras sino alguna medicación para diabetes y para otro tipo de enfermedades además.
“Nos está volviendo a pasar: no están cotizando algunas prótesis. Ya nos pasó que cuando se vislumbraba que podía haber una nueva devaluación las empresas acaparaban, y es lo que se está pensando. No es que las empresas no tengan, sino que prefieren no cotizar y esperar a ver qué pasa. Esta es una situación donde la falta de presencia del Estado se nota. Lo estamos viendo con la epidemia de dengue, que las empresas cobran lo que quieren un repelente porque saben que tienen una demanda muy grande y lo puede hacer”, advirtió.
“Si el estado se retira de la regulación de la salud, como pasó con los precios de medicamentos, aumentan muy por encima de la inflación y de cualquier otra variable. Por eso Argentina está teniendo inflación en dólares. Los productos acá salen más caros que en EE. UU. o Europa”, mencionó Azil.
El dirigente también habló de la salud integral, la que también tenía que ver con la recreación, la capacitación. “Los médicos sanitaristas hablan de salud integral y por eso que el sanitarista Ramón Carrillo se refería a las vacaciones, a la salud mental, es todo salud, y nosotros también nos dedicamos a la capacitación. Estamos orgullosos de lo que venimos desarrollando desde hace muchísimo tiempo pero sobre todo de estos últimos años que hemos podido concretar ese centro de capacitación maravilloso, pero se ha volcado hacia la ciudad a centenares de enfermeros y enfermeras que fueron fundamentales en la contención durante la pandemia”, dijo.