Ya transcurrió un año desde el cierre del tránsito en calle Rivadavia. De los cuales seis meses, la obra estuvo directamente parada, sin avance alguno.
Así, y en medio de reclamos y gestiones, los juninenses se dividen entre pedir la continuación o la reapertura del paso vehicular. Dos cuestiones igualmente complejas de subsanar pero que requieren atención de todo el arco político para encontrar una solución al comercio, fuertemente afectado, y también a los vecinos que hoy afrontan demoras y desvíos para atravesar la ciudad, sin mencionar los servicios de emergencias de salud o bomberos.
Democracia consultó a concejales sobre la situación y también al gremio de taxistas, quienes recorren a diario la ciudad. Además, en una recorrida por el sector cerrado, los vecinos expresaron su opinión sobre lo que debería hacerse en torno a la obra.
Optimismo, enojos y opiniones cruzadas
El concejal de Juntos, Mariano Spadano, reconoció que se debe continuar y que para ello se realizan gestiones.
“Consideramos que la obra se debe continuar. No sería algo bueno volver a tapar y abrir como antes. Y aún peor es estar en esta situación con la arteria cerrada”, dijo.
“Volver a abrir la calle como era antes es muy costoso también, por lo cual consideramos que lo mejor es continuar la obra. El intendente mismo está al frente de las gestiones ante el gobierno nacional, remarcando en cada oportunidad, el nivel de prioridad de esta obra”, aseguró.
Asimismo, indicó que Petrecca “ha llevado propuestas y posibles formas de financiamiento. Lamentablemente han cambiado varias veces los interlocutores, pero somos optimistas de que llegaremos a buen puerto”.
Por su parte el concejal de La Libertad Avanza, Juan Cornaglia Re, apuntó a “falta de planificación” y la toma de “decisiones ineficaces” sobre la ejecución de la obra y consideró que debería reabrirse el paso.
“La primera sensación que surge sobre el paso bajo nivel es de bronca y lástima. No es justo que la gente, los emprendedores y los comerciantes tengan que sufrir por los caprichos de la política”, destacó.
“Es innegable que esta es una obra que contribuiría a la unidad de nuestra ciudad, pero debería haberse ejecutado con la responsabilidad y previsibilidad adecuadas, considerando el daño potencial que podría causar. Actualmente, estamos viendo los resultados de la falta de planificación y la toma de decisiones ineficaces”, cuestionó.
“No olvidemos que esta obra se licitó en 2021 con un plazo de finalización previsto para octubre de 2023, pero por diversas demoras, idas y venidas, se fue atrasando el inicio.
Tampoco debemos olvidar que el freno de la obra pública es parte de la solución que propuso el Presidente para reordenar las cuentas públicas, que tras 40 años de desgobierno, falta de planificación, descontrol del gasto público y endeudamiento nos llevó a una situación al borde del default y la hiperinflación”.
Cornaglia Re dijo que “hay un daño enorme que ya está hecho y la obra lleva solo un 30%, por lo que, desde mi punto de vista, debe tomarse la medida que más rápidamente termine con este problema para que los comerciantes puedan comenzar a recuperarse de este desastre. Por eso creo que la mejor opción en la situación actual es la de más rápida ejecución, que entiendo sería levantar la obra y reabrir el paso”.
Desde Unión por la Patria, en un comunicado, cruzaron al concejal y ex secretario de Obras Públicas del Municipio, Marcelo Balestrasse, aduciendo que “este es el único paso bajo a nivel que fue de manera constante bloqueado por el Municipio por miserias políticas partidarias”.
Complicaciones en el tránsito
A raíz del corte, muchos conductores aseguran que deben considerar algunos minutos demás para no llegar tarde a destino. Y aún así, lo más importante es evitar las horas pico, siempre que se pueda, claro.
Un servicio que se ve fuertemente afectado es, sin dudas, el de los Bomberos y las ambulancias. Es que ante alguna emergencia, deben atravesar Alberdi o Primera Junta, con las demoras que implica en muchos casos ante los frecuentes embotellamientos.
Otro servicio afectado es el del transporte de pasajeros, y así como se debió reorganizar el circuito del colectivo, los taxis y remises de la ciudad también se llevan su parte. O mejor dicho, los clientes, que deben abonar una tarifa mayor por el desvío que implica cruzar de un lado al otro.
Al respecto, el taxista Daniel Giapor, titular de la Asociación de Taxistas Unidos de Junín (Atuj) señaló a Democracia que “se incrementa la tarifa que paga el pasajero y nos cuesta mucho más tiempo ir a Villa Belgrano. Antes eran 15 minutos, ahora es media hora”.
“Eso lo paga el pasajero, que está muy disconforme. La gente no quiere otra terminal, que está parada hace años”, dijo, comparando la situación de las obras.
“Está cortada la arteria principal de la ciudad. Complica a las ambulancias, a Bomberos. Y ni te digo en horario pico, la caravana que se hace en calle Alberdi con la salida de las escuelas”, refirió.
“El parque automotor en la ciudad es muy grande y con la arteria principal cortada es un gran problema. Hay gente que prefiere cruzar el puente y caminar unas cuadras antes que dar toda la vuelta”, destacó Giapor y aseguró que “el corte del paso en Rivadavia es una problemática para todos, trabajadores y jubilados”.
La voz de los vecinos
En una recorrida, Democracia consultó a los vecinos sobre la obra, el cierre de Rivadavia y qué considera que debería hacerse.
La idea de concluirla se contrapone a la necesidad de abrir la calle, y deja a la ciudad en una disyuntiva que parece no tener salida.
“Deberían terminarlo. Es un dolor de cabeza para la gente que tiene que dar toda la vuelta, pero siento que todo lleva su tiempo y hay que tener un poco de paciencia”, dijo una joven vecina y estudiante de la ciudad.
“El proyecto estaba pactado para dos años, según tengo entendido, y también hubo cambio de gobierno, que se sabe que se retrasa todo. Siento que hay que seguir con la obra, pero hay que tener paciencia”, pidió.
Un vecino consideró: “Lo tendrían que haber terminado, con todo lo que hicieron. La gente quiere que lo abran, pero es mucho más caro. Es más provechoso terminarlo”.
“Ya empezaron a hacerlo, ¿ahora abrirlo? Tapar todo lo que se hizo es un gasto infernal porque hay pilotes, me parece a mi”, expresó.
“Trabajo en una empresa que anda por todos lados poniendo internet y es un tema. Hay mucho tráfico, hay gente que no respeta el tránsito. Es muy difícil y siempre terminás llegando tarde”, aseguró otro vecino consultado.
“Me preocupa mucho el tema de los negocios, que se ven afectados. El gobierno nacional debería poner la plata y el municipio debería hacer algo”, sugirió y agregó: “Me gustó la propuesta de vender los terrenos, hay muchos que se pueden aprovechar”.
“Es una picardía, tanto tiempo demorado esto y vaya a saber por cuanto tiempo más”, expresó otro vecino entrevistado. “Se alarga mucho por Alberdi o Primera Junta, fundamentalmente la pérdida de tiempo. Lamentablemente uno se acostumbra”.
“¿Taparlo? Yo quisiera que no, pero la gente necesita transitar. Hay gente que se tiene que levantar muy temprano y dar toda la vuelta. Hay gente que no sube el puente, hace rato que no va al centro”, dijo una vecina.
“Me gustaría que hicieran todo lo que iban a hacer pero no se qué pasa, no le mandan plata. No tengo ni idea”.
“En Alberdi y Primera Junta en hora pico no se puede andar, es mucho caos. Incluso para la gente que anda en bicicleta”, se quejó otra vecina.
“Habrá que esperar, no sé por qué se paró. Me gustaría que siga avanzando”, dijo pero a su vez reconoció que “hace falta que esta calle se vuelva a reabrir”.