Las medidas de restricción del uso del celular en las escuelas generan un debate genuino en torno a la importancia de incluir las tecnologías en el ámbito educativo -algo que se viene implementando desde hace tiempo-, y la necesidad de mantener la atención de los alumnos en el aula para beneficiar el aprendizaje, sin las distracciones que generan muchas veces los dispositivos.
Democracia realizó un sondeo callejero donde jóvenes y adultos dieron su opinión sobre las nuevas disposiciones en dos escuelas de la ciudad (Marianista y Santa Unión) y otra de O’Higgins (Instituto Santa Ana) que reavivaron el debate por el uso del celular en los colegios.
La mayoría de los encuestados jóvenes argumentó que considera que no debería usarse en el aula, pero no está de acuerdo con la prohibición de llevarlo a la escuela.
En el aula “no”
“No sé si prohibirlo, pero que nos dejen llevarlo y guardarlo. En nuestro Colegio a veces hacen eso”, señaló una alumna de Agustín Roca. “Creo que funciona porque si no se distraen mucho con el celular. Hay compañeros que sí. Deberían respetar el horario de clase”.
“Los deberían sacar en horario de clase, ponerlos en una caja”, coincidió otra de las encuestadas. “Después en los recreos hay gente que se aburre, está sola y no tiene con quien estar, a mí me pasó”, señaló la joven. “Que no nos dejen llevarlo no me parece. En hora de clase si porque no se debe. Pero no llevarlo a la escuela, no me parece”.
Por su parte, otra de las consultadas destacó: “El teléfono te distrae un montón y al fin de cuentas no terminás aprendiendo nada. Tengo 20, pero me pasaba, en la secundaria no aprendés nada. Yo estaba con el teléfono y los jueguitos”.
Otra joven alumna entiende que “hacen un mal uso. Me pasa en mi escuela de que por ahí no lo usan para lo que deberían. Se pierden las clases, por eso tienen bajas las notas”. No obstante, reconoce que prohibir el dispositivo no sería lo ideal: “No sé si prohibir el celular, porque somos libres”.
“No me parece justo”
En otra de las consultas, una estudiante consideró: “Me parece mal. Yo me comunico con mis papás. Surge alguna emergencia y yo no estoy con el celular, no me pueden avisar. No me parece justo porque es parte de la privacidad y en la comunicación hoy en día es esencial el celular”.
Otra de las respuestas fue que muchos alumnos utilizan el celular en lugar del libro o la computadora, pero que también puede resultar una distracción.
“Es un 50 y 50. Está mal en que por ahí es una distracción, pero sirve como método de estudio también”.
Una de las adultas consultas entiende que “los docentes tendrían que tener un control del uso del celular. Esta es una generación que está con la tecnología todo el tiempo y por ahí se puede tomar como un beneficio para poder hacer sus clases desde la tecnología”.
“Deberían implementar algo que sea menos estricto. Sacarles los teléfonos cuando entran al aula”, destacó otro entrevistado.
Sobre la atención permanente en el dispositivo, una estudiante reconoció que “se hacen dependientes del celular porque están todo el día fijándose si alguien les mandó algo. También hay profesores que dicen busquen esto en Google. Es un material de trabajo, pero eso crea más dependencia y cuando explican los chicos no prestan atención”.
“No sé si prohibir la entrada a la escuela con celulares es una buena opción porque si te tenés que comunicar con tu familia por algo y es importante, no está bueno si no tenés comunicación con el exterior”, reflexionó.
Sin celular
Entre los adultos consultados, uno de ellos consideró que la medida está bien. “Me parece perfecto que no haya celular en la escuela, así prestan atención”.
Otra consultada señaló: “Me parece perfecto, porque los chicos si van al cole, tienen que prestar atención a lo que están haciendo, no me parece bien que vayan con el celular. No se si no ingresar con el celular, pero no permitir el uso del celular dentro del colegio. De hecho, en nuestra época no lo usábamos, no teníamos. Si se tienen que comunicar, llaman del colegio”.