El médico emergentólogo juninense, Mauro Cano es un fascinante ejemplo de cómo dos mundos aparentemente distantes pueden coexistir y complementarse en una sola persona.
Su vida ha sido un constante ir y venir entre el rigor científico de la medicina y la pasión creativa de la música. Esta dualidad, lejos de ser una contradicción, enriquece su existencia y le proporciona una perspectiva única tanto de la vida como del arte.
Así lo expresó en diálogo con TeleJunín, donde relató que su padre también ha sido “médico y músico”. “Mis abuelos y bisabuelos también. Así que podría decirse que la música ha nacido conmigo; venimos de un linaje artístico. Además, en la familia también había gente que dibujaba, que escribía, que cantaba y se ve que yo heredé algunas cosas de ellos; entonces la música ya forma parte de mi ADN”, aseguró.
En ese sentido, indicó que las letras de sus composiciones “llegan por inspiración”. “También hay técnicas de composición pero ‘la antenita’ sí existe; que es como un sexto sentido o conexión que uno va creando. Hay veces que estoy muy inspirado y escribo diez canciones en un mes. Y hay otras que estoy un año sin escribir ninguna. En este momento estoy inspirado, así que le estoy metiendo para adelante con muchas canciones”, indicó.
Actualmente, Cano se encuentra en la última etapa de grabación de cinco canciones, de la mano del productor musical Silvio Tolini, “quien es baterista también y toca junto a Fabiana Cantilo”, relató.
A la hora de componer, sostiene que primero “tiene que salir la palabra exacta”. Lo define como “el deseo compulsivo de sentarse en el piano”, al cual considera como su instrumento preferido.
Para Cano, la música lo ha ayudado a “mitigar y quitarse el estrés”. Su experiencia como médico le ha proporcionado una gran sensibilidad hacia el sufrimiento humano y una profunda comprensión de la fragilidad de la vida. “Cuando estoy componiendo o grabando, estoy en el aquí y ahora y ahí no pienso ni recuerdo ninguna de esas imágenes horribles que uno tiene en la cabeza de haber sido terapista o emergentólogo. He visto muchas cosas feas, muchas muertes y muchas cosas que el resto de la gente no va a ver y está bien que no las vea”, explicó.